Masa de Pizza Tradicional

pizza mia

Socorridas, sabrosas, crujientes, finas o gruesas, de verduras o con carne, con queso o con más queso aún…pizzas hay para todos los gustos y si pueden ser 100% caseras mejor que mejor.

Encasilladas de comida rápida es una de las recetas a las que más me gusta quitarle esa etiqueta. Mantengo que tenemos muy poca conciencia sobre nuestra alimentación y que hemos perdido gran parte de las raíces que nos unían a la gastronomía más tradicional, a la más saludable, acostumbrándonos a que ciertos alimentos salgan directamente del envase a nuestro plato. Verdad absoluta es que somos lo que comemos y si no nos mimamos desde el estómago no esperemos mantener buenos resultados dentro de unos años. Dicho esto os aconsejo olvidarnos de los precocinados poco saludables y realizar recetas como esta, que aparte de doblemente buenas y doblemente sanas son muy entretenidas y divertidas de hacer en la cocina.

 

~ Ingredientes para 6 pax. ~

  • 250 gr. Harina de fuerza (importante que sea de este tipo)
  • 150 ml. de agua tibia
  • 30 ml. de aceite de oliva virgen extra
  • 10 gr. de manteca (opcionales)
  • 8 gr de levadura prensada
  • 2 pizcas de azúcar
  • 1 cucharadita de sal

 

~ Elaboración~

–          Mezclamos la harina con la sal y la levadura desmenuzada tamizándolas en un bol previamente.

–          Hacemos un volcán en la mezcla y vertemos en el centro el agua tibia (a unos 30º-35º aproximadamente) junto con el aceite y la manteca. Se utiliza manteca para que la masa quede mucho más jugosa y esponjosa, si queréis un resultado más crujiente omitidla.

–          Sobre una superficie enharinada nos disponemos a amasar la mezcla. Para que la masa quede suave y elástica debemos estirarla con la palma de una mano y doblarla sobre sí misma presionando de nuevo con la palma.  Repetir el proceso unos 5 minutos.

–          Untamos levemente con aceite un bol, colocamos la masa hecha una bola dentro y  tapamos el recipiente con un paño húmedo, dejando reposar durante un par de horas o hasta que la masa doble su tamaño. En Italia se hace una cruz con un cuchillo a la masa, antigua tradición para bendecirla, pero como curiosidad me parece interesante comentároslo.

–          Transcurridas las dos horas volcamos la masa sobre una superficie enharinada y aplastamos enérgicamente para liberarla de las posibles burbujas de aire que pueda contener.

–          Separamos la masa en dos partes iguales y hacemos dos bolas. Trabajamos cada una de las partes con un rodillo o con los puños hasta darle la forma deseada. Yo prefiero manejar la masa con las manos, colgándola sobre uno de los puños cerrado y pasándola al otro para que la masa estire con su propio peso.

–          Una vez dada la forma dejar reposar al menos media hora antes de agregar los ingredientes.

–          Cocer al horno a unos 200º hasta que la masa esté dorada (unos 12-15 minutos)

En la variedad está el gusto y son infinitas las combinaciones posibles a la hora de hacer una pizza. La versión que hoy os presento no es mi predilecta, pero sí estaba bastante rica. En este caso he usado una base de tomate casero (hecha con tomate triturado, ajo en polvo, orégano, pimienta, sal y unas gotitas de vinagre de Módena), queso mozarela fresco, maíz dulce, brócoli, cebolleta y pechuga de pavo. ¡Buen provecho a todos!

 

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