Masa de Pizza Tradicional

pizza mia

Socorridas, sabrosas, crujientes, finas o gruesas, de verduras o con carne, con queso o con más queso aún…pizzas hay para todos los gustos y si pueden ser 100% caseras mejor que mejor.

Encasilladas de comida rápida es una de las recetas a las que más me gusta quitarle esa etiqueta. Mantengo que tenemos muy poca conciencia sobre nuestra alimentación y que hemos perdido gran parte de las raíces que nos unían a la gastronomía más tradicional, a la más saludable, acostumbrándonos a que ciertos alimentos salgan directamente del envase a nuestro plato. Verdad absoluta es que somos lo que comemos y si no nos mimamos desde el estómago no esperemos mantener buenos resultados dentro de unos años. Dicho esto os aconsejo olvidarnos de los precocinados poco saludables y realizar recetas como esta, que aparte de doblemente buenas y doblemente sanas son muy entretenidas y divertidas de hacer en la cocina.

 

~ Ingredientes para 6 pax. ~

  • 250 gr. Harina de fuerza (importante que sea de este tipo)
  • 150 ml. de agua tibia
  • 30 ml. de aceite de oliva virgen extra
  • 10 gr. de manteca (opcionales)
  • 8 gr de levadura prensada
  • 2 pizcas de azúcar
  • 1 cucharadita de sal

 

~ Elaboración~

–          Mezclamos la harina con la sal y la levadura desmenuzada tamizándolas en un bol previamente.

–          Hacemos un volcán en la mezcla y vertemos en el centro el agua tibia (a unos 30º-35º aproximadamente) junto con el aceite y la manteca. Se utiliza manteca para que la masa quede mucho más jugosa y esponjosa, si queréis un resultado más crujiente omitidla.

–          Sobre una superficie enharinada nos disponemos a amasar la mezcla. Para que la masa quede suave y elástica debemos estirarla con la palma de una mano y doblarla sobre sí misma presionando de nuevo con la palma.  Repetir el proceso unos 5 minutos.

–          Untamos levemente con aceite un bol, colocamos la masa hecha una bola dentro y  tapamos el recipiente con un paño húmedo, dejando reposar durante un par de horas o hasta que la masa doble su tamaño. En Italia se hace una cruz con un cuchillo a la masa, antigua tradición para bendecirla, pero como curiosidad me parece interesante comentároslo.

–          Transcurridas las dos horas volcamos la masa sobre una superficie enharinada y aplastamos enérgicamente para liberarla de las posibles burbujas de aire que pueda contener.

–          Separamos la masa en dos partes iguales y hacemos dos bolas. Trabajamos cada una de las partes con un rodillo o con los puños hasta darle la forma deseada. Yo prefiero manejar la masa con las manos, colgándola sobre uno de los puños cerrado y pasándola al otro para que la masa estire con su propio peso.

–          Una vez dada la forma dejar reposar al menos media hora antes de agregar los ingredientes.

–          Cocer al horno a unos 200º hasta que la masa esté dorada (unos 12-15 minutos)

En la variedad está el gusto y son infinitas las combinaciones posibles a la hora de hacer una pizza. La versión que hoy os presento no es mi predilecta, pero sí estaba bastante rica. En este caso he usado una base de tomate casero (hecha con tomate triturado, ajo en polvo, orégano, pimienta, sal y unas gotitas de vinagre de Módena), queso mozarela fresco, maíz dulce, brócoli, cebolleta y pechuga de pavo. ¡Buen provecho a todos!

 

Dip de Feta, Miel y Limón con Aceite de Tomillo

Camera 360Llega el fin de semana y por suerte para algunos los planes de almuerzos o cenas entre amigos. Nada mejor como reunirte con los tuyos en casa y poder demostrarles el cocinitas que llevas dentro. Por lo general, para este tipo de reuniones más casuales, siempre opto por elegir un menú informal a base de picoteo y pequeñas tapas caseras maridadas con un buen vino que case con sus ingredientes principales ¡nunca falla!

En este caso os propongo un sencillo dip del que ya habréis leído algunas versiones en otros blogs de recetas, no vengo a descubrir la pólvora, pero sí os recomiendo que le echéis un ojo a esta versión propia porque tiene un toque muy personal.

Para la elaboración del dip utilizaremos un aceite aromatizado de tomillo. Podéis encontrar esta clase de aceites en muchos comercios, pero son tan sencillos de elaborar que recomiendo lo hagáis vosotros mismos en casa. Dependiendo de los ingredientes que utilicéis pueden serviros para aderezar pastas o ensaladas, por ejemplo. En este vídeo el chef José Carlos García nos explica cómo elaborar un aceite perfumado de lavanda en apenas tres pasos, ¡no tiene desperdicio!

 

 

 

~ Ingredientes ~

 

  • 250 g. Queso feta
  • Zumo de 1 limón pequeño
  • 50 ml. Aceite de oliva virgen extra
  • 3 ramas de tomillo fresco
  • 1 yema de huevo
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1 cucharada de miel
  • Una pizca de sal
  • Orégano para aderezar

~ Elaboración ~

–          Lo ideal es elaborar el aceite de tomillo 24 horas antes para dejar que infusione totalmente. De este modo, como bien explica José Carlos García en el vídeo, disponemos los 50 ml de AOVE y las ramas de tomillo en un cazo o sartén, llevamos a ebullición y mantenemos unos 30 segundos. Yo recomiendo verter el aceite en un tarro de cristal y dejar reposar tapado las 24 horas en un lugar en el que no le dé la luz.

–          Ya dispuestos a elaborar el dip agregamos todos los ingredientes, a excepción de la yema de huevo e incluyendo el aceite elaborado el día de antes,  en el vaso de la batidora o en la thermomix si disponemos de ella.

–          Trituramos hasta que todos los ingredientes estén bien picados. Debe quedar  una pasta muy grumosa.

–          Añadimos la yema de huevo y volvemos a batir muy lentamente esta vez buscando que quede ligado y cremoso. Probad de sal y rectificar si fuese necesario.

–          Mantened refrigerado al menos durante 3 horas para que adquiera consistencia.

A la hora de emplatar verter un chorreoncito del propio aceite de tomillo por encima del dip. Podéis acompañarlo de grissinis aunque recomiendo que lo probéis mejor con bastoncillos de zanahoria o apio, tipo crudités. ¡Buen provecho a todos!

Muffins de Arándanos y Chocolate Blanco

MUFFINS 4De esos días que el cuerpo te pide algo dulce, te paseas un rato por tu cocina, algo de imaginación, mucho mimo en la receta y unos cuantos buenos ingredientes después obtienes estos muffins que están para chuparse los dedos.

Conocidos también como magdalenas o panquecitos los hay para todos los gustos: dulces o salados, pasando por la versión más clásica con chips de chocolate, de frutas, rellenos o sin, con toppins crujientes o simplemente espolvoreados de azúcar, llegando por último a las versiones más atrevidas como la de los muffins de manzana y queso de cabra o los de puerro, bacon y queso cheddar. De todos los que mi horno ha visto pasar por su interior no sabría elegir mi favorito, así que como pretendo presentaros más de una versión hoy toca que conozcáis una de mis Top 10:

“Muffins de Arándanos con Chocolate Blanco y Topping de Avena”.

Dada la popularidad de estos dulces y la infinidad de combinaciones posibles las versiones de su receta tienden a infinito. Cierto es que cada maestrillo tiene su librillo, por eso estad bien atentos al proceso de elaboración dónde detallo mis propias técnicas, ya que creedme si os digo que son necesarias muchas hornadas para dar con la tecla exacta de esta receta. Aquí tenéis mi propia versión, corregida y mejorada ¡A disfrutarla!

~ Ingredientes ~

(Para 12 muffins)

  • 325 g. Harina para repostería
  • 200 g. Azúcar blanca
  • 2 cucharaditas de levadura química
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cc. sal
  • 1 cc. ralladura de limón
  • 1cc. esencia líquida de vainilla
  • 1 taza de yogurt griego
  • 2 huevos
  • 30 ml aceite de girasol
  • 30 gr. Mantequilla
  • 40 g. Chips de chocolate blanco (podéis usar también chocolate blanco troceado, aunque funde de manera diferente)
  • 200 g. Arándanos frescos

Para el topping:

  • 2 cucharadas  mantequilla
  • 2 cucharadas copos de avena
  • 2 cucharadas azúcar moreno

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 ~ Elaboración ~

–          Primero que todo precalentamos el horno a 200º unos 20 minutos antes, importante que desde el preciso momento en que los muffins entren al horno comiencen a cocinarse.

–          Uno de los secretos para obtener una masa perfecta es mezclar, que nunca batir, los ingredientes húmedos y secos por separado antes de combinarlos. De ese modo agregamos en un bol el yogurt griego, los huevos (ya batidos), la ralladura de limón, la mantequilla, el aceite y la esencia líquida de vainilla. Ligamos hasta que quede homogéneo y reservamos.

–          Mezclamos por otro lado los ingredientes secos (harina, levadura, azúcar y bicarbonato). Normalmente para otras recetas dulces, como los bizcochos, suelo tamizar la harina previamente. En el caso de los muffins o magdalenas me gusta mezclarlos simplemente con la ayuda de un par de tenedores haciendo movimientos circulares de abajo hacia arriba, aireando los ingredientes.

–          Añadimos justo después los arándanos y los chips de chocolate a esta última mezcla y de nuevo con la ayuda de los tenedores movemos cuidadosamente para evitar que los arándanos se rompan.

–          Hacemos un volcán con los ingredientes secos y vertemos en el centro los ingredientes líquidos mezclando a conciencia hasta que estén completamente ligados. El secreto para que los muffins queden esponjosos es no batir la mezcla demasiado, sólo removerla buscando que quede aireada y con ciertas burbujitas en la masa (con 10-12 movimientos bastará) . Reservamos.

–          Realizamos el topping mezclando sus 3 ingredientes. Tiene que quedar muy grumoso y bastante espeso.

–          Siempre recomiendo usar cápsulas de papel y no cocinar los muffins directamente en moldes de silicona o metal, el resultado dista mucho. Aun así sí que deberíais usar algún tipo de molde adicional para asegurar que el muffin adquiere una forma con consistencia suficiente. Yo utilizo moldes de silicona individuales superpuestos encima de las cápsulas de papel para conseguirlo (ver imagen). Un molde metálico os sirve de igual modo.

muffins rejilla 1

–          Una vez vertida la masa en las cápsulas y estas colocadas en su correspondiente molde agregamos unos cuantos pegotes del topping realizado sobre cada muffin e introducimos al horno.

–          Dejar hornear unos 18-20 min a 200º o hasta que veáis que estén levemente dorados. Recordad que no todos los hornos (con o sin aire) cocinan a la misma velocidad, así que estad atentos, eso sí, evitad a toda costa abrir la puerta del horno para que la masa suba a su ritmo y no sufra variaciones de temperatura.

–          Pasados los 20 minutos comprobad con un pincho de madera si el interior está cocinado. Recordad que menos es más, así que preferiblemente que estén cocinados lo justo y necesario a que nos pasemos de cocción y queden secos.

–          Sacamos los muffins de los moldes individuales de silicona o del molde de metal, según hayamos usado, y los dejamos enfriar sobre una rejilla (¡importante!). Evitad dejarlos enfriar sobre una superficie plana que no permita transpirar a la base, ya que esta podría quedar húmeda.

–           Una vez enfriados completamente sólo queda disfrutarlos ¡Buen provecho!

Solomillo con Salsa de Cerezas

solomillo con cerezas 3

Después de unas merecidas vacaciones que han incluido visita al país germano y a mi tierra, Granada, regreso para compartir de nuevo con vosotros una receta con un producto de temporada tan veraniego como son las cerezas. Aunque ya desde finales de abril disfrutamos de las cosechas más tempranas  de este fruto es precisamente ahora cuando podemos encontrarlas en su mejor momento.

Ideales para elaborar confituras o recetas dulces (prometo tarta de cerezas en breve) esta vez he decidido incluirlas para bañar un solomillo, ya que combinan genial con esta carne.

~ Ingredientes ~

  • 1 Solomillo de cerdo.
  • 200 gr. Cerezas.
  • 4 cucharadas de azúcar.
  • 1 cebolla pequeña.
  • 150 ml. Vino tinto.
  • 150 ml. de fondo oscuro o caldo de carne en su defecto.
  • Sal.
  • Pimienta.

~ Elaboración ~

–          Deshuesamos las cerezas presionando sobre estas con la hoja de un cuchillo hasta que se rajen levemente y podamos sacar el hueso con facilidad y lo más libre de carne posible. Reservamos

–          Para esta receta suelo hacer uso de la cebolla rayada en lugar de picada porque me da mejor resultado, aunque podéis hacerlo de ambos modos. Añadimos un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra, agregamos la cebolla, algo de sal para que comience a sudar y salteamos hasta que esté pochada.

–          Incluimos entonces las cerezas ya deshuesadas y salteamos un par de minutos a fuego medio. Cuando estas  vayan adquiriendo una textura algo más blanda vertemos el azúcar y salteamos de nuevo unos minutos hasta que terminen de cocinarse.

Camera 360

–          Llegados a ese punto añadimos el vino y el caldo. Recomiendo que uséis fondo oscuro si disponéis de él ya que potencia notablemente la salsa, pero si no podéis utilizar cualquier caldo de carne (intentemos siempre que sea casero). Cuando la mezcla comience a hervir reducimos a fuego lento y mantenemos cocinando durante 20 minutos.

–         Mientras tanto en otra sartén o en una plancha si lo preferís nos disponemos a marcar la carne, que dicho más extensamente es el proceso en el que sellamos la pieza a fuego muy caliente para que esta conserve el máximo sabor y riqueza a la hora de cocinarla. De este modo añadimos una mínima cantidad de aceite de oliva virgen extra en la plancha o sartén, calentamos a conciencia y nos aseguramos de que la carne se posa totalmente en esta cuando la incluyamos (podéis ayudaros de una espátula, por ejemplo).  Yo no suelo cocinar la carne mucho más allá de su marcado, para que quede lo más cercana posible a su punto, pero eso dependerá de cuan fanáticos de la carne poco cocinada seáis.

–         Prefiero que esta salsa quede algo espesa, pero si os agrada una textura más líquida añadid algo más de caldo para conseguirlo. Cuando la salsa haya terminado de cocinarse trituramos durante un par de minutos intentando que quede lo más homogénea posible. Si queréis un resultado mucho más fino pasadla por un chino antes de bañar la carne. Reservad y mantened caliente.

–          Cortamos el solomillo en medallones o rodajas, como deseemos, y napamos con la salsa.

solomillo con cerezas

Si buscáis un acompañamiento ideal para esta carne os recomiendo que probéis a hacer un puré de patatas y manzana Golden ¡Buenísimo!

Pollo con Soja, Miel y Naranja

pollo soja, miel y naranja 2

Hay recetas de cosecha propia que nacen en un momento de inspiración y se convierten en todo un clásico en tu cocina ya sea por su polivalencia, por su sencillez o porque el resultado es realmente delicioso. Cúmulo de estas tres características es este “Pollo con Soja, Miel y Naranja”. La receta es sencillísima y puede sacaros de un aprieto en más de una ocasión, ya que además de ser un plato bastante completo en sí combina genial con arroz basmati si queréis que sea algo más contundente.

Lo bueno de esta receta, aparte de su sencillez, es que de nuevo jugamos con productos de temporada como son la naranja, el ajo, la cebolla y el pimiento verde, trabajando así con una materia prima más natural y de mayor calidad que en otra época del año.

~ Ingredientes para 4 pax ~

  • 2 pechugas de pollo
  • 2 pimientos verdes
  • 1 pimiento rojo
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cuch. Curry
  • El jugo de ½ naranja
  • Ralladura de ½  naranja
  • 1 cuch. de café de semillas de sésamo crudo
  • 75 ml. Salsa de soja
  • 2 cuch. Miel
  • Aceite de oliva virgen extra

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~ Elaboración ~

–          Cortamos las pechugas de pollo a tiras y del mismo modo las verduras. Salpimentamos, disponemos en un bol y reservamos.

–          En un mortero agregamos los ajos pelados, las 2 cucharadas de curry y el zumo de naranja. Machacamos hasta que los ajos estén bien picados y vertemos sobre el pollo y las verduras. Lo ideal es que dejéis macerar varias horas, como 4 o 5, para obtener un resultado óptimo. Yo suelo dejarlo incluso más.

–          Una vez transcurridas esas horas en un wok vertemos un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra agregando la ralladura de naranja y las semillas de sésamo. Removemos unos 2 minutos para que el aceite adquiera el máximo sabor posible.

–          Mientras tanto en un bol aparte ligamos la salsa de soja con la miel buscando el punto más homogéneo.

–          Añadimos el pollo con las verduras al wok y salteamos. Como a mitad de la cocción del pollo agregamos la mezcla de soja y miel y dejamos que termine de cocinarse.

–          ¡Listo para servir! Acompañad con arroz basmati si queréis un plato más completo y a disfrutar.

“Mi arroz Thai” de Langostinos y Leche de Coco

Mi arroz Thai

Puede que la improvisación sea una de las mejores armas que poseemos para sacar a relucir nuestro lado más creativo. En sus brazos, y sumándole algo de paciencia, somos capaces de volcar nuestra mejor esencia en lo que estemos elaborando.

Como si de un científico se tratase tengo mi grupo de “conejillos de indias” (llamémosles catadores para que suene menos macabro) que desde hace años prueban y comprueban todos mis desvaríos en la cocina y he de decir que de momento los sigo sorprendiendo muy gratamente. Hace unos días organicé una pequeña reunión de amigos entre los que estaba mi catadora más fiel, una de mis hermanas, que por todo el ánimo dado y por seguir probando cada uno de mis platos dedicándoles halagos ha merecido que este post vaya por ella, ¡gracias!

Volviendo a terrenos de la improvisación el cuerpo me pedía cocinar algo con un toque exótico y aunque sí es cierto que he tocado  bastantes platos de tendencia asiática no estoy muy adentrada en la cocina tailandesa, por eso el no otorgarle a esta receta ningún nombre estandarizado sino “Mi arroz Thai”…porque es mío, porque es espontáneo y porque atreverme a darle un nombre mayor igual sería fallar a una receta ¡y eso nunca!

 

~ Ingredientes  para 4 pax. ~

  • 300 gr. Langostinos frescos
  • 300 gr. Arroz bomba
  • 2 Zanahorias
  • 80 gr. Brócoli
  • 80 gr. Col lombarda
  • 1 Pimiento amarillo
  • 2 Cebollas pequeñas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 dl de caldo de verduras
  • 300 ml. Leche de coco
  • 3 cuch. Curry amarillo
  • 3 hebras de azafrán
  • El jugo de ½  lima
  • Ralladura de ½ lima
  • Hojas de cilantro
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Mi arroz Thai!!

 

~ Elaboración ~

–          Como ya comenté en un post anterior me gusta pasear los mariscos de cáscara blanda por el aceite dónde después voy a cocinar las verduras para que desprendan su esencia. Siendo de perfil asiático la receta puede que lo más correcto hubiese sido utilizar otro tipo de aceite, pero he querido españolizarla de algún modo, así que comenzamos salteando en aceite de oliva virgen extra los langostinos no más de 3 minutos a fuego rápido y sin dejar de remover en un wok. Sacamos, pelamos y reservamos (estas cáscaras sobrantes podéis utilizarlas como base para hacer un fumé, por ejemplo).

–          Partimos todas las verduras y el cilantro en juliana, a excepción de una cebolla y los dientes de ajo, y añadimos al wok.  Agregamos sal, salteamos y reservamos. Tened en cuenta que el punto óptimo de estas verduras es “al dente”, así que no las dejéis pochar demasiado.

–          Para la cocción del arroz vertemos un  chorreoncito de aceite en una cacerola, saltemos la cebolla restante partida en dos mitades y los dientes de ajo muy picados hasta que queden pochados. Rehogamos el arroz en el aceite junto con ellos durante unos 10 minutos y añadimos el caldo de verduras.

–          Mientras el arroz se cuece infusionamos en un cazo aparte la leche de coco con las hebras de azafrán, el curry, el jugo de lima y su ralladura sin que llegue a hervir. Reservamos

–          Retomamos las verduras y salteamos a fuego muy rápido junto con ellas los langostinos hasta que tengan un aspecto levemente dorado. Evitad cocinarlos más de lo justo y necesario para que no queden duros.

–          Habiendo retirado antes las dos mitades de cebolla cocidas mezclamos el arroz con el resto de ingredientes del wok y la infusión de leche de coco. Removemos hasta que quede homogéneo, rectificamos de sal si fuese necesario y ¡Listo para servir!

Es importante que probéis cada una de las recetas que elaboréis antes de que salgan a la mesa por si fuese necesario rectificarlas de sal, por ejemplo. Cuando se trate de un plato que estéis improvisando, como en este caso, probad cuantas veces sean necesarias dejando que el ingenio y vuestro instinto os dicten las posibles mejoras. Echad a volar la imaginación y mejorad cada una de vuestras recetas con creatividad.

 

POSTRE RÁPIDO DE PIÑA

postre de piña 2

Hay recetas a las que recurres con cierta frecuencia ya sea por su sencillez, porque de tanta práctica obtienes un resultado bordado o por ser tremendamente deliciosas. Pues bien, este postre cumple con esos tres puntos para mí. Es sencillo y rico como el que más, hecho con fruta (doblemente bueno) y muy cremoso.

Creo que esta receta lleva rondando por la cocina de mi casa desde que era muy pequeña y hace un tiempo la rescaté del recetario de mi madre, gran cocinera y mejor persona que me ha inspirado siempre para adentrarme en este mundo y a la que dedico este post. La gracia de esta receta es que tan sólo necesitamos 4 ingredientes para elaborarla y no más de 15 minutos. Ideal como postre o merienda sobre todo ahora que se acerca el calor y apetece algo dulce y fresquito en la sobremesa.

~ Ingredientes ~

ingredientes postre de piña

 

1 lata de piña al natural (1 kg.)

6 cucharadas de azúcar blanco

250 ml. de nata líquida muy fría

1 paquete de bizcochos de soletilla

 

~ Elaboración ~

–          Uno de los secretos para montar bien la nata es que esta esté muy fría. Imaginaos dejar un bloque de mantequilla fuera del frigorífico, pierde toda su consistencia…pues a la nata le pasa igual, pierde cuerpo a temperatura ambiente. En este caso no queremos llegar a montarla del todo, si no que quede muy muy cremosa, para lo que necesitamos que esté bastante fría también. Mezclamos pues la nata con 3 cucharadas de azúcar y batimos con unas varillas eléctricas (o a mano si no disponéis de ellas, aunque es más laborioso) hasta obtener una consistencia muy cremosa.

–          Batimos la piña (con jugo incluido) junto con las otras 3 cucharadas de azúcar hasta que quede desmenuzada pero no triturada del todo (unos 3 segundos en una licuadora).

–          Mezclamos en un bol la nata con el triturado de piña sin removerla demasiado para que se sigan diferenciando levemente las dos consistencias (como en la imagen inferior).

mezcla postre de piña 2

–          En un molde rectangular de unos 20 cm ponemos parte de esta mezcla en el fondo (solo un par de cucharadas) y encima una capa de bizcochos de soletilla.

–          Cubrimos los bizcochos con la mezcla y volvemos a poner una nueva capa de bizcochitos. Así hasta que ocupemos todo el espacio del molde terminando con la mezcla de piña y nata cubriendo totalmente los últimos bizcochos.

bizcochos postre de piña

–          Tapad con un filme transparente y meted al frigo unas 4-5 horas hasta que el postre haya cogido consistencia.

Como os he dicho, rápido, sencillo y muy rico. Si queréis darle un toque especial añadir 30 ml de ron añejo a la piña con su jugo antes de batirla (siempre opcional).

Revuelto de Espárragos Trigueros, Jamón y Patatas (Productos de Temporada – Primavera)

revuelto de espárragosPuede que hayamos perdido la noción del tiempo y obviado el calendario en lo que a consumir productos de temporada se refiere, o que la comodidad que los productos forzados a salirse de su época nos ofrece nos haya enganchado finalmente, pero sigo defendiendo la naturalidad como la opción más auténtica y por consiguiente nada más genuino que optar por productos cuyas cualidades óptimas se den en la época que estamos.

Un consumo lógico y ecológico de frutas y verduras de temporada primaveral nos empujaría a consumir aguacates, fresas, brevas, espárragos, patatas o alcachofas entre otros. Los beneficios de escoger estos productos afines a su época natural es, aparte del aspecto económico, la garantía de saber que su sabor y textura serán inmejorables. Para orientaros un poco he aquí el calendario que la Federación Andaluza de Consumidores y Productores Ecológicos “Facpe” nos ofrece para esta época:

Productos temporada primavera

Persiguiendo ser fiel a esta temporada y buscando un resultado en cuanto a sabor poco mejorable os propongo este revuelto de espárragos trigueros con patatas y jamón serrano (receta de mi abuela carmelilla).

 ~ Ingredientes ~

  • 1 manojo de espárragos trigueros
  • 4 Huevos
  • 100 gr. Jamón serrano
  • 8 patatas medianas
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana
  • 2 cucharaditas de pimentón dulce
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

 ~ Elaboración ~

–          Antes de comenzar y como siempre os aconsejo mimad la elección de la materia prima ya que será directamente proporcional al buen resultado de la receta. Escoged unos espárragos frescos y un jamón serrano medianamente aceptable. Dicho esto pelamos las patatas, partimos en rodajas como para patatas a lo pobre y freímos en abundante aceite (ni que decir tiene que aceite de oliva virgen extra, nada de aceites de girasol u otro tipo). Dejadlas hasta que estén “blanditas”, no nos colemos tostándolas que no queda bien en esta receta. Escurrimos bien y reservamos.

–          Partimos el jamón serrano en pequeños trozos y salteamos con un poco de aceite. Agregamos los espárragos cortados y pochamos junto con el jamón. Añadir sal comedidamente, que el jamón ya nos sala un poco.  Tapar durante un rato para que terminen de cocinarse los espárragos con su propio vapor.

–          Una vez escurridas las patatas para que queden lo más libre de aceite posible hacemos lo mismo con los espárragos y el jamón y mezclamos todo. Añadimos el vinagre y el pimentón y mezclamos todo bien.

–          He probado de las dos maneras y personalmente me gusta más si frío los huevos aparte en lugar de cocinarlos junto con el resto de ingredientes, pero lo dejo a gusto del consumidor. De una forma u otra revolvemos las patatas, jamón y espárragos con los huevos y ¡listos para servir! Decorar con algo más de pimentón si lo deseáis una vez estén en el plato

Gazpacho de Kiwi con Escalivada y mi experiencia en la Escuela Superior de Hostelería de Madrid.

Camera 360El pasado mes tuve la suerte, gracias al máster que curso, de poder asistir a un seminario de Cocina y Gastronomía en la Escuela Superior de Turismo de Madrid, experiencia grata donde las haya. La temática giró en torno a los términos culinarios y la preparación de fondos, caldos, cremas, arroces y pastas (frescas elaboradas al momento, como no).

Después de unas horas de teoría dónde aprendimos entre otros que «asustar» en cocina no es sobresaltar a alguien sino añadir hielo  a un preparado en ebullición nos dispusimos a la práctica…21 recetas elaboradas en vivo por nosotros mismos. Casi imposible elegir cuál sobresalía por encima de las otras, pero como no se trata de hacer un recetario sino de compartir  con vosotros esta experiencia sí os diré cuál es la que más gratamente me sorprendió: “Gazpacho de Kiwi con Escalivada”. Para algunos el kiwi puede resultar una fruta con bastante carácter y algo fuerte, pero creedme si os digo que el resultado de esta receta es digno de pasar por vuestros paladares, sabor suave y muy cremoso con un ligero toque a fruta y el contraste del cuerpo de la verdura asada ¡muy fino!

Gazpacho de Kiwi con Escalivada

~ Ingredientes para 4 pax ~

Para el Gazpacho:                                                                   

1 kg. Cebolla, 1 kg. Kiwi, ½ cabeza de ajo, 200 gr. Miga de pan, 2 dl. Aceite de oliva virgen, 3 dl. Nata líquida, 1,5 L. agua, Sal

Para la Escalivada:

1 Kg. Pimientos verdes, 1 Kg. Berenjenas, 1 Kg. Cebolla, 1 Kg. Tomate maduro.

~ Elaboración ~

emplatado gazpacho de kiwi con escalivada.

Pelamos los ajos y la cebolla cortándolos en gajos, untamos ambos de aceite y los ponemos a asar en el horno. Hacemos lo mismo para la preparación de la escalivada, cortamos en mitades untando de aceite y asamos en el horno. Mientras se termina de asar la verdura pelamos los kiwis y los cortamos en dados. Una vez fría la cebolla y los ajos para el gazpacho trituramos junto con los kiwis, la miga de pan, el agua y la sal. Es conveniente que lo paséis todo por un chino para que quede más fino, añadir la nata y rectificar de sal.

Enfriados los pimientos, berenjenas, cebollas y tomates de la escalivada los pelamos,  cortamos en tiras gruesas y aliñamos con sal y aceite al gusto. Yo recomiendo que lo emplatéis usando un pequeño molde tipo cortapastas colocando en el centro del plato la escalivada. Una vez montado retirar el molde y servir el gazpacho alrededor.

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Esta es la receta original que realizamos allí, de todos modos yo recomendaría utilizar algo menos de ajo (unos 2 dientes) pero sobre gustos no hay nada escrito. Desde aquí agradezco el cuidado tan atento que nos brindaron los profesores del seminario y me quedo con una frase de Araceli Conty , profesora de la escuela y profesional del sector gastronómico con una carrera impecable, que afirmaba que no existen trucos en la cocina sino técnicas culinarias, y hasta los cocineros más noveles somos capaces de desarrollarlas.

¡Buen provecho a todos!